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La economía mundial enfrenta desafíos crecientes debido al consumo insostenible de recursos limitados. La economía circular emerge como una solución para abordar estos problemas, proponiendo un modelo de producción que maximice el valor de los materiales, componentes y productos mientras minimiza los residuos y la contaminación. En contraste con el modelo lineal tradicional de «extraer, producir y tirar», la economía circular redefine la forma en que valoramos los recursos, buscando mantenerlos en uso el mayor tiempo posible. Este artículo explora los principios, beneficios, desafíos y oportunidades de este enfoque sostenible para el futuro.

Para mantener el modelo actual de producción y consumo, la economía mundial debería crecer un 3% anualmente en un planeta con recursos limitados, que ya son explotados por encima de sus capacidades. Esto nos demuestra que el sistema actual no es sostenible para las organizaciones, ni para las personas ni para el planeta. El reto, entonces, es maximizar el valor de productos, componentes y materiales generando también valor para las personas, al mismo tiempo que se minimizan las emisiones de gases de efecto invernadero, la producción de residuos y la contaminación para conseguir el menor impacto en el ecosistema social y ambiental.

Necesitamos reformular la economía desde una lógica circular. Crear una economía que sea regenerativa desde el diseño, la esencia y la raíz. La Economía Circular es un concepto que, comienza a ser fuertemente difundido desde 2010, principalmente por la Fundación Ellen MacArthur, y es adoptado como una modelo alternativo viable. Es un sistema donde los materiales nunca se convierten en residuos y la naturaleza se regenera, porque busca retener el valor de los recursos, los materiales, los componentes y los productos el máximo tiempo posible dentro del propio sistema. Además, este modelo aborda el cambio climático y otros desafíos globales, como la pérdida de biodiversidad, los desechos y la contaminación, porque tiene como objetivo desvincular la actividad económica del consumo de recursos finitos.

Representa un cambio de paradigma en la forma en que producimos y consumimos los bienes. Al redefinir lo que se considera «residuo», este modelo busca cerrar el ciclo de vida de los productos, manteniéndolos dentro de la economía el mayor tiempo posible. Esto contrasta marcadamente con el modelo lineal tradicional de «extraer (recursos), producir (bienes) y tirar (residuos)», porque aquí nada se pierde, y todo se transforma.

Los principios de la economía circular incluyen la eliminación de los residuos y la contaminación desde la fase de diseño, la circulación y reutilización de productos y materiales, manteniéndolos en uso, y la regeneración de los sistemas naturales. Estos principios se aplican con el objetivo de mantener los productos, componentes y materiales en su máximo valor y utilidad en todo momento.

Beneficios de la Economía Circular

Adoptar un modelo de economía circular no solo beneficia al medio ambiente al reducir la necesidad de extracción de nuevos recursos y disminuir la generación de residuos, sino que también ofrece ventajas económicas significativas así como un impacto para la sociedad. Algunos de los principales beneficios son:

  • Impacto ambiental positivo y eficiencia de recursos: en lugar de continuar con el modelo de producción lineal que agota los recursos naturales y genera grandes cantidades de residuos, este modelo promueve el uso eficiente de los recursos. Por ejemplo, al aplicar el diseño para la reutilización y el reciclaje desde la concepción del producto, las empresas pueden disminuir significativamente su huella ambiental, lo que conlleva una disminución de extracción de nuevos materiales y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Impacto social: a nivel social, todo esto conduce a una mejora de la salud pública al reducir la contaminación ambiental y los riesgos asociados con la producción y eliminación de productos químicos tóxicos. Y en cuanto al crecimiento social, se crean nuevos puestos de trabajo dentro de los procesos vinculados al reciclado, reutilización, gestión del residuo/recurso, y también nuevos roles asociados a la gestión empresarial sostenible y los nuevos modelos de negocio; además de mejorar las condiciones de vida de las personas.
  • Reducción de costes: las empresas que adoptan este modelo pueden experimentar una reducción en los costes de materiales y energía. Además, al reutilizar, remanufacturar y reciclar materiales, también reducen la dependencia de materias primas costosas y vírgenes, y los gastos en gestión y eliminación de residuos.
  • Innovación y competitividad: adoptar principios de economía circular es un poderoso motor de innovación. Las empresas son incentivadas a buscar nuevas formas de diseñar y producir que maximicen la reutilización y el reciclado de materiales. Este enfoque puede abrir nuevas oportunidades de mercado y posicionar a las empresas como líderes en sostenibilidad. Además, el desafiar a las empresas a repensar los enfoques tradicionales estimula la innovación de todo el ecosistema de actores.
  • Economía circular y Política: al establecer un marco regulador favorable, los gobiernos pueden acelerar la adopción de prácticas circulares y fomentar un entorno competitivo donde las empresas innovadoras puedan prosperar. En este contexto, adoptar prácticas circulares sirve en la preparación para adaptarse a las políticas medioambientales que se están desarrollando en todos los niveles en muchos países y regiones, evitando así el riesgo de multa por incumplimiento. Por ejemplo, a nivel de la UE, se ha integrado la economía circular en su Green Deal, estableciendo objetivos legislativos y financieros para fomentar prácticas circulares en los estados miembros. Estas políticas incluyen subvenciones para la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, normativas que requieren un contenido mínimo reciclado en ciertos productos y la prohibición de plásticos de un solo uso. En España, por otro lado, la nueva Ley de residuos y suelos contaminados entró en vigor el pasado 31 de marzo con numerosas exigencias en materia de circularidad.
  • Posicionamiento frente a los grupos de interés: las empresas que no se ajustan a los nuevos parámetros medioambientales y a los criterios de la economía circular se exponen a sanciones, caídas en ventas, pérdida de apoyo social, financiero e institucional e incluso la prohibición de seguir desarrollando sus actividades en casos de graves incumplimientos. Además, apostando por la circularidad pueden posicionarse para aprovechar oportunidades como incentivos fiscales para empresas sostenibles. A nivel financiero, implementar estrategias circulares atrae inversiones responsables y facilita el acceso a incentivos y nuevas fuentes de financiación.

Desafíos de la Economía circular.

Sin embargo, la transición a una economía circular presenta desafíos. Requiere cambios en la infraestructura, nuevas habilidades en la fuerza laboral y, sobre todo, un cambio en la mentalidad tanto de productores como de consumidores. Las políticas gubernamentales, como las promovidas por la Unión Europea a través del Green Deal, son cruciales para apoyar esta transición.

Uno de los principales retos es la necesidad de infraestructura para recoger, reciclar y procesar materiales de manera que realmente se reintegren en la economía. Otro desafío es la resistencia al cambio por parte de industrias establecidas y consumidores acostumbrados al consumo lineal. Para superar estos obstáculos, es crucial una combinación de educación, incentivos económicos y apoyo normativo.

En este sentido, resulta de vital importancia el esfuerzo que viene haciendo el Departament d’Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya de la mano de Impact Hub Barcelona ha formado a cerca de 100 asesores de la Xarxa Emprèn en sostenibilidad y economía circular para que cuenten con el conocimiento y los recursos necesarios para acompañar a empresas y emprendedores a incorporar la sostenibilidad en sus modelos de negocio, disciplinas estratégicas para el desarrollo de los nuevos modelos de negocio, indispensables para el futuro sostenible que necesitamos.

Las empresas que se adelantan en adoptar este modelo no solo benefician al planeta sino que también ven mejoras en eficiencia, innovación y competitividad. Aunque la transición es compleja y desafiante, el potencial de la economía circular para transformar nuestra sociedad y economía es inmenso, haciendo esencial que empresas, consumidores y gobiernos colaboren para hacer de este modelo una realidad global.