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El liderazgo regenerativo surge como la mejor alternativa para las organizaciones actuales. Convirtiéndolas en resilientes, prósperas y sostenibles, donde las personas puedan prosperar y contribuir al bien común. ¿Cómo? Sigue leyendo para descubrirlo.

 

En un mundo cada vez más relacional y complejo, donde las organizaciones se enfrentan a desafíos sin precedentes, surge la necesidad de un nuevo tipo de liderazgo. El liderazgo regenerativo se presenta como la respuesta a esa necesidad. Este enfoque, que va más allá de los paradigmas tradicionales, se basa en la comprensión de la organización como un sistema vivo en constante evolución y en la creación de condiciones que permitan a las personas y a las organizaciones alcanzar su máximo potencial.

 

Evolución de los paradigmas de liderazgo

A lo largo de la historia el liderazgo ha pasado por diferentes etapas. Si bien estos modelos han tenido su eficacia en ciertos momentos, no son suficientes para afrontar los desafíos del siglo XXI.

Veamos esa evolución un poco más en detalle:

1. Liderazgo mecanicista (siglo XX): basado en la visión mecanicista del mundo, donde las personas son recursos y la organización una máquina. Ha resultado eficaz para crear estructuras y procesos eficientes, pero puede ser rígido y deshumanizante.

2. Liderazgo resolutivo (finales del siglo XX): centrado en la resolución de problemas y la eficiencia. Aunque este paradigma ha permitido superar obstáculos y alcanzar objetivos específicos, puede ser cortoplacista y no tener en cuenta las consecuencias menos inmediatas.

3. Liderazgo transformacional (siglo XXI): enfocado en el desarrollo de las personas y la creación de valor, con énfasis en valores y humanismo. Dirigido a crear culturas organizacionales más positivas y colaborativas, es el modelo que mejor se ajusta a los desafíos del momento actual.

 

El caso Impact Hub

En 2005, un grupo de emprendedores en Islington, Londres, decidió cambiar su forma de trabajar. Se dieron cuenta de que podían lograr un mayor impacto si colaboraban entre sí y compartían recursos. De esta idea nació el primer Impact Hub, un ecosistema de innovación social que hoy en día se extiende por todo el mundo ¿Pero qué es realmente un ecosistema? Lo veremos más adelante.

 

El liderazgo regenerativo: una nueva visión

Trabajar de forma sistémica es la clave del liderazgo regenerativo. Los líderes regenerativos no ven a las personas como recursos, sino como individuos con esencia y capacidades. Además, no ven la organización como un problema a resolver, y se fijan en su potencial de desarrollo evolutivo. Buscando crear comunidades que sean:

—Resilientes: capaces de adaptarse a los cambios y superar las dificultades.

—Prósperas: generadoras de valor económico, social y ambiental.

—Justas: equitativas e inclusivas, donde todas las personas tengan la oportunidad de desarrollarse.

—Sostenibles: que operen dentro de los límites sostenibles y contribuyan a la regeneración del planeta.

 

Principios del liderazgo regenerativo

Los líderes regenerativos se guían por una serie de principios, entre los que se encuentran:

—Mirar con ojos frescos: no aplicar soluciones preconcebidas, sino observar cada situación con una mirada nueva y abierta.

—Adaptarse a la realidad cambiante: ser flexibles y capaces de ajustar el rumbo en función de las necesidades del entorno.

—Comprender que cada realidad es única: no buscar soluciones replicables, diseñar estrategias a medida para cada organización.

Para desarrollar esa mirada regenerativa, los líderes se apoyan en marcos filosóficos y científicos que les ayudan a comprender los sistemas vivos. A través del autoconocimiento, el cultivo de la intención y el espíritu emprendedor, se convierten en agentes de transformación.

 

Hacia la transformación evolutiva

Otro de los propósitos del liderazgo regenerativo es crear un campo donde las personas y los ecosistemas puedan reconectarse y crear un proceso de regeneración en el presente. El liderazgo regenerativo propicia un espacio donde las personas pueden:

—Conectar con su propósito: descubrir lo que les motiva y les da sentido en su trabajo.

—Desarrollar sus capacidades: aprender y crecer para alcanzar su máximo potencial.

—Contribuir al bien común: trabajar juntos para crear un futuro mejor para todos.

Para eso, los líderes regenerativos se basan en una serie de herramientas o habilidades para llevar a cabo su trabajo:

—Autoconocimiento: desarrollando una profunda comprensión de uno mismo para poder liderar con mayor eficacia.

—Intención: cultivando una clara intención de generar un impacto positivo en el mundo.

—Espíritu emprendedor-intraemprendedor: siendo proactivos y tomando la iniciativa para impulsar la transformación.

—Marcos y principios de sistemas vivos: entendiendo cómo funcionan los sistemas vivos y cómo intervenir en ellos de forma sostenible.

—Liderazgo anfitrión y facilitación: construyendo espacios de colaboración y participación.

—Diseño: generando las condiciones para la transformación evolutiva de la organización.

—Pensamiento sistémico: comprendiendo las interconexiones entre los diferentes elementos de un sistema.

—Comunicación efectiva: transmitiendo ideas de forma sencilla, inspiradora y convincente.

—Capacidad de aprendizaje: adaptándose a los cambios y adquiriendo nuevas habilidades de forma continua.

Es hora de adoptar una mentalidad evolutiva y convertirnos en líderes regenerativos.